Es bien conocido por la comunidad de profesionistas de la construcción que, por norma, estamos en la obligación de hacer accesibles nuestros proyectos para dar cabida a personas con discapacidad. Sin embargo, comúnmente al diseñar nuestros proyectos solo pensamos en rampas y en personas en silla de ruedas, no obstante, la accesibilidad universal va mucho más allá que solo las rampas.
De entrada, cuando hablamos de accesibilidad en edificios y espacio público, posterior a las rampas, generalmente lo primero que viene a nuestra mente son las guías podo táctiles. Estas guías tienen la intención de dirigir a las personas ciegas y personas de baja visión en su camino, buscando minimizar el riesgo de las personas por zonas de peligro, así como evitar obstáculos y alertar de posibles cambios en el camino.
Además de las guías podo táctiles es importante considerar señalética para personas con baja visión, así como en sistema Braille, para que personas ciegas puedan leer letreros, avisos y elementos de “wayfinding”.
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Sin embargo, no todas las personas ciegas o con baja visión saben leer en Braille, existen muchas personas que prefieren letreros con alto-relieve, de modo que con sus dedos puedan detectar las figuras de las letras. Esto es especialmente útil en caso de códigos cortos como “SUBE” para una escalera o elevador, “BAÑO MUJERES”, “BAÑO HOMBRES” y elementos similares.
Adicionalmente, uno de los elementos que más se han estado utilizando en épocas recientes por personas ciegas o con debilidad visual es la detección de códigos QR mediante la cámara de sus celulares. Esto se hace mediante el crear códigos QR que tengan en su cifrado el texto de cada sitio, por ejemplo “Laboratorio de Análisis Clínicos”. Este método es de gran utilidad ya que no requiere que las personas aprendan un nuevo sistema de lectura, asimismo, no es necesario que estén tocando con sus manos los muros, puertas y demás superficies en búsqueda de algún letrero Braille. Además, al ser un código delimitado, puede contener un largo texto, en un letrero que ocupe poco espacio.
En el caso de otras discapacidades que no sean visibles, o que no generen limitaciones a la movilidad de las personas, como aquellas de tipo cognitivas o intelectuales. En algunas de estas, es posible que las personas tengan aversión o incomodidad con ciertos colores, dimensiones de espacios, cantidad de personas acumuladas, iluminación excesiva, obscuridad, etc. Incluso elementos olfativos y auditivos pueden generar mayor confort o molestia a las personas.
Alguno de los elementos que podemos incorporar de manera más sencilla en nuestros diseños es la claridad en la lectura del espacio. Esto significa que las personas puedan comprender los espacios, tanto interiores como exteriores, de una manera sencilla, independientemente de si cuentan con alguna discapacidad o no, de cómo se muevan, si navegan en el espacio de manera visual, táctil, auditiva, o cualquier otro modo.
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Por ello es que es de especial importancia tener en cuenta la diversidad de las personas, tener empatía y el deseo de mejorar nuestros diseños, tanto en el sitio en sí, como en los muebles, con el motivo de permitirle a la mayor cantidad de personas posibles acceder a nuestros espacios y hacer uso de ellos.
Autor:
Hugo Moreno Freydig
Arq; M.C; MSc.
Arquitecto, Maestro en Ciencias Ambientales y activista por
la movilidad sostenible, accesibilidad universal y seguridad
vial. Cofundador del despacho de urbanismo y arquitectura:
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