La arquitectura gótica como el escenario más oscuro.
Por Jorge Sugich
¿Por qué asociamos la arquitectura gótica con Halloween o con las grandes historias de terror? Para entender esto, necesitamos conocer un poco sobre su origen. La arquitectura gótica se originó en el siglo XII en Francia. Después se extendió por toda Europa hasta el siglo XV. Durante ese tiempo, se utilizó solamente para construir grandes templos y academias.
Catedral de Zamora, Michoacán.
El término “gótico” nació de manera peyorativa para describir esta arquitectura adjudicada a los bárbaros o godos, la cual vino antes del Renacimiento. Lo que ellos crearon se consideró contrario a lo perfecto del arte clásico y todo lo que trajo consigo el Clasicismo.
Aún así, sus icónicas gárgolas, arcos apuntados, largos pasillos y bóvedas tuvieron sus períodos de gloria. Sus mejores tiempos se desarrollaron durante la era medieval. Estos períodos fueron después desbancados en el siglo XVII por el nuevo estilo arquitectónico de Roma y la antigua Grecia. Cuando el Clasicismo tomó rumbo, lo Gótico comenzó a verse como “barbárico”.
Santuario Guadalupano de Zamora, Michoacán.
Quizás debido a esto, desde 1764, obras literarias como El castillo de Ortrato (considerada la primera novela gótica), crearon una fama un tanto negativa sobre la arquitectura gótica, ya que los “lugares decadentes y con almas oscuras” donde se llevan a cabo estas historias, describen estructuras bajo esta corriente arquitectónica.
A pesar de esto, en el siglo XVIII y XIX nació el movimiento Neogótico en Inglaterra. Este fue un comeback fuerte que derivó de sus defensores, quienes defendieron su estilo argumentando que en estos espacios habían sucedido grandes momentos históricos y de romance; que eran espacios y formas que no debían olvidarse. En nuestro país, este movimiento llegó durante el período de Porfirio Díaz, cuando se construyeron catedrales, panteones y otros templos bajo este estilo. Hoy en día, la arquitectura gótica se encuentra en diferentes rincones de México como en Guadalajara, Tepic, Zamora y León. Al final del siglo XIX, la arquitectura gótica volvió a tener una segunda caída debido a la disponibilidad de nuevos materiales como el acero y el vidrio y la funcionalidad de estos.
Aunque existan nuevas olas y lleguen conceptos frescos de arquitectura, Drácula, Frankenstein y un sinfín de personajes habitarán estos lugares que para muchos de estos autores nunca perderán ese espíritu único. Lugares con una acústica increíble donde los gritos retumbarán en sus paredes de enormes piedras. Donde el o la protagonista será acechado por su antagonista hasta las torres laterales del castillo, donde esas escaleras en espiral siempre parecerán interminables, y donde sus fuertes estructuras seguirán albergando historias oscuras hasta el fin de los tiempos.