Al frente del Gobierno del Estado, el general Abelardo L. Rodríguez. De la visión regionalista de Yocupicio, pasamos ahora a una visión cosmopolita. Rodríguez tenía un concepto de ciudad mucho más amplio. Concibió el edificio del Museo y Biblioteca como un espacio para promover al Estado.
En sus diferentes salas exhibirían los recursos naturales, la minería, la pesca, la agricultura y la ganadería. Es interesante notar que en su gubernatura diseñaron el actual escudo de Sonora, con los mismos motivos. ¿Un edificio de propaganda fide? Algo de barroquismo para estar a tono.
Su hermano Salvador, colaboró en el proyecto del edificio y posteriormente lo utilizó para su tesis profesional. Es un juego de volumetría muy limpia, que contrasta con las elevadas arcadas y accesos de estilo barroco. En el interior de la biblioteca, una decoración art deco.
Los valores tradicionales de la sociedad, se trasladaron a la escalera de acceso del esbelto volumen sur. Por ésta, entraban los invitados distinguidos al lobby del auditorio para disfrutar de los eventos artísticos.
El común, teníamos que subir las monumentales escalinatas frontales. Cuando los invitados distinguidos hubiesen ocupados sus lugares en el interior del auditorio, entrabamos al lobby.
En un simbólico acto de rebeldía, los activistas de los movimientos estudiantiles de principios de los setenta, tomaron por asalto esta escalinata como un mini auditorio para sus asambleas. Posteriormente fue derribado, clausurada la entrada y en la actualidad es parte de la bodega de la Librería Universitaria. O tempora o mores, hubiera exclamado mi maestro de etimología grecorromana de la prepa central de la uni.
El Museo y Biblioteca, construido por el Gobierno del Estado y posteriormente cedido a la universidad, fue el primer gran centro cultural de la ciudad. Cede del Museo Regional de Sonora, de la Biblioteca Fernando Pesqueira, de la hemeroteca, de las academias de artes, de galerías de exposición y otros espacios. A el acudía lo más granado de la sociedad, a disfrutar de los concierto de la Sinfónica del Noroeste, OSNO, dirigida por el maestro Ximénez Caballero. Años después, la juventud ochentera, a los encuentros de jazz.